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El Samsung Galaxy S8 es un móvil con un diseño realmente interesante. La compañía coreana ha conseguido un nuevo diseño casi sin marcos que llama la atención. Y además ha mantenido las buenas características del modelo anterior. Hoy desde la propia Samsung nos han explicado cómo está construido por dentro. La compañía ha publicado dos imágenes en las que podemos ver todos los componentes del Samsung Galaxy S8. Vamos a echarles un vistazo.
Empezamos por la parte frontal. Aquí tenemos la pantalla, un panel OLED curvado con formato 18.5:9. Una pantalla que llena el 80% de la parte delantera del dispositivo. Esta está cubierta por un cristal Gorilla Glass 5. También en la parte frontal tenemos el DDI (Display Driver IC), que sirve para reducir el consumo de energía sin mermar la calidad de imagen. Además del sensor de presión, que está instalado bajo la pantalla del Samsung Galaxy S8.
La cámara frontal está ubicada en el bisel superior y ofrece un sensor de 8 megapíxeles y apertura f/1.7. Además está equipada con tecnología de reconocimiento facial. Justo a su lado tenemos el escáner de iris y los sensores habituales, como el de luz y el de proximidad.
En esta imagen de la parte frontal del Samsung Galaxy S8 vemos también algunos componentes internos. Por ejemplo, tenemos el procesador (Mobile AP), un chip fabricado en 10nm. También vemos las memorias, 4 GB de RAM DDR4 y 64 GB UFS de almacenamiento interno.
La compañía ha rediseñado el PCB (la placa principal) para minimizar el espacio entre el procesador y el sistema de refrigeración. Esto garantiza que el móvil pueda ejecutar tareas muy pesadas sin calentarse.
Por último tenemos la ranura para las tarjetas microSD en la parte superior y el altavoz en la parte inferior.
Parte trasera
Los coreanos también nos han enseñado los componentes del Samsung Galaxy S8 desde el otro lado. Si miramos la imagen de la parte trasera lo primero que llama la atención es la cámara. Como ya sabéis, es un sensor Dual Pixel con 12 megapíxeles y apertura f/1.7. Justo al lado de la cámara tenemos el escáner de huellas dactilares y el sensor de frecuencia cardíaca.
Gran parte de la trasera la ocupa la batería. El Samsung Galaxy S8 cuenta con una batería de 3.000 miliamperios y el Galaxy S8+ con una de 3.500 miliamperios. La batería cuenta con un sistema de amortiguadores y caucho para protegerla. En la parte inferior tenemos el conector USB-C para cargar el móvil y transferir datos.
El puerto USB-C también permite que el móvil se conecte a DeX Station, un accesorio que permite utilizar el smartphone como un equipo de escritorio, ofreciendo una transición rápida y segura.
Entre los múltiples sensores y chips tenemos el Bluetooth 5.0, convirtiéndose así en uno de los primeros teléfonos con este sistema. Esta versión ofrece el doble de velocidad de transferencia de datos, aumenta la capacidad de transmisión de datos un 800% y puede cubrir cuatro veces más espacio que la versión anterior.
También tenemos la antena WiFi, el sistema de carga inalámbrica, el chip NFC y las antenas LTE de categoría 16. Estas son compatibles con las redes LTE a 1 Gbps.
Por último, en el lateral inferior derecho tenemos el conector para auriculares. Se especuló durante un tiempo con la posibilidad de que el S8 no incluyera este conector, pero finalmente la compañía decidió seguir con él. Una decisión que seguro apoyan la mayoría de usuarios.
Todo los componentes están sellados para protegerlos contra el agua y el polvo. Es por eso que el Samsung Galaxy S8 cuenta con certificación IP68. Es decir, se puede sumergir durante 30 minutos sin, en teoría, sufrir daños.